Hugo Barcelona

Yo ordeno y mando en mi familia y mis hijos son míos por el hecho de que los llevé dentro, y en mi casa mando yo por el hecho de que mi marido cuando limpia los cristales los deja todos rayados y además no sabe la diferencia entre colorado y fucsia.

Por medio de los años se ha escrito mucho sobre el temor al fracaso. A la enorme mayoría de personas nos afecta mucho hacer el ridículo y ser rechazadas. Estos temores son producto de nuestro pasado, nos hieren y nos impiden verdaderamente trascender en la vida.

Cada problema de supervivencia que plantea el contexto es enfrentado por genes diseñados con ese fin. Ambiente y genoma son como el positivo y negativo de una foto. Cada requisito del ambiente tiene un gen que lo satisface.

Seleccionarás música lenta y muy seductora, acorde con el instante erótico. Escogerás canciones largas que no rompan el instante. Excepto si sois unos condicionales del tradicional You can leave the hat, de Joe Cocker, habrá que dedicarle un tanto de tiempo para elegir algo más original.

Por último, en lo que se refiere a la despedida, debes cuidar que no se sienta incomodada por la presión social de su conjunto, donde podría estar su padre, su jefe o sus colegas. Por eso sácala del grupo.

Por ende, si tuviera que daros un último y concreto consejo en comparación con sexo me limitaría a deciros 8 palabras clave que, seguro, vuestras parejas o futuras parejas me agradecerán: no seáis sacos de patatas en cama.

¿Y sí va todo bien y logramos la meta prevista? ¡Pues a celebrarlo! Para proseguir este refuerzo positivo, precisamos ponernos metas asequibles y concretar cómo lo vamos a festejar y qué medalla nos vamos a colgar.

Cuando se trata de la iluminación espiritual, jamás se puede tener demasiada educación. Entonces, ahora que tienes tu primer acontecimiento Tantra (o bien el más reciente) en tu haber, mantén tus ojos abiertos para otras ocasiones.

Para formar el gineceo, los antiguos árabes escogían jóvenes con senos pequeños y firmes, tez lozana y pilosa, en tanto que pensaban que las mujeres con estas características eran mejores amantes. Desechaban, por contra, a las que tenían grandes pechos y el semblante pálido.

Las cargas ancestrales, que sin tú saber tomaste y cargas hoy, trayendo hacia ti enfrentamientos y sufrimientos, culpas y dolores, que padecieron tus ancestros, en relación a su sexualidad y a su identidad.